«Maestro, ¿qué es la lealtad?», preguntó el alumno. El maestro respondió:«Las personas suelen creer que deben ser leales a quienes las ayudaron, les salvaron o les dieron la vida. Y aunque en principio no está mal sentir gratitud, si la persona a la que sigues elige el camino del mal, esa lealtad puede volverse ciega y terminar cobrándote un alto precio. Hijo mío, la verdadera lealtad es al bien, nada más que al bien. Si quienes te rodean actúan mal y no quieren cambiar, no debes sellar pactos ni acuerdos con ellos, porque así también estarías siendo leal al mal. Recuerda siempre: la verdadera lealtad es al bien»
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