Aquello que odias es aquello en lo que te conviertes
- Bioenergía Piramidal
- 21 may
- 2 Min. de lectura
Un día, el alumno llegó muy angustiado donde su maestro. Se sentó frente a él con la mirada llena de preocupación y frustración:

—Maestro, no entiendo qué sucede conmigo. ¿Por qué siguen llegando a mi vida personas envidiosas, falsas, que me engañan o me hacen daño? ¿Acaso estoy destinado a sufrir siempre lo mismo?
El maestro, sin mostrar sorpresa alguna, respiró profundamente y le respondió con suavidad:
—Querido alumno, la vida es como un gran espejo: aquello que más odias puede convertirse en lo que reflejas, si no sabes cómo resolverlo. Mientras sigas odiando y despreciando a esas personas, inconscientemente podrías convertirte en una de ellas. El odio y el rencor nos mantienen atados al ciclo del sufrimiento, repitiendo situaciones una y otra vez.
El alumno abrió sus ojos con inquietud y dijo:
—Pero maestro, ¿cómo puedo salir de ese ciclo? ¿Cómo rompo con esta cadena?
El maestro sonrió ligeramente y explicó:
—La clave no es buscar venganza ni resentirte con quienes te hicieron daño. Es aprender a mirar desde la comprensión y el perdón. El karma es una ley poderosa que nos recuerda que todo lo que hacemos vuelve a nosotros; si respondes al daño con daño, te mantendrás atado al mismo problema. Pero si respondes con entendimiento, aceptación y humildad, transformarás esa energía y saldrás del círculo.
»Recuerda siempre que no estás condenado por lo que te sucede, sino por cómo decides reaccionar ante ello. Al perdonar, no justificas lo que hicieron: liberas tu propia alma. Así que la próxima vez que alguien te lastime, recuerda que en tu poder está liberarte o seguir atrapado.
El alumno permaneció pensativo por un instante, comprendiendo que el maestro le había entregado la llave que tanto había buscado para dejar de atraer esos patrones negativos.
—Gracias, maestro. Ahora entiendo que romper el ciclo depende de mí— afirmó con una sonrisa de alivio y determinación, listo para escribir una nueva historia en su vida.
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